Quizás lo que más me ha impactado siempre de Wilhelm Reich es su increíble intuición y capacidad de contacto que le permitió desvelar realidades ocultas y muy duras a los ojos de los “pequeños hombrecitos”…
Y una de ellas es, la facilidad con la que vivimos cotidianamente al margen de lo realmente importante para poder saborear el néctar de la Vida y poder fluir en la corriente vital donde todo lo Vivo esta inmerso…
La facilidad con la que nos engañamos, nos justificamos, nos defendemos, nos embrutecemos, dejando de lado lo que Esencial en la Vida, en el día a día, en el minuto a minuto, y sustituyéndolo por lo que marcan las pautas sociales y educativas de este modelo social, respaldado por nuestros miedos respaldados, a su vez, en nuestros rasgos caracteriales compulsivos, masoquistas, narcisistas o histéricos, o por nuestra disociación razón-emocion, o por nuestras ansias, angustias y frustraciones afectivas y sexuales, tanto históricas como actuales.
Somos organismos frágiles, vulnerables y muy limitados, pero a la vez somos complejos, y con potencialidades insospechadas, porque nuestra esencia es la energía de la Vida, la misma que mueve, la que para nosotros es la incomprensible realidad del Cosmos, y de la naturaleza… Y en lugar de acercarnos a ella, de fundirnos en ella, nos alejamos y, en muchas ocasiones incluso la destruimos, transformando, por ejemplo, la sonrisa de un niñ@ o de un-una adolescente, en un llanto ahogado y un diafragma contraído…
Salud!!!